El Asalto a Tarrasa fue un conflicto armado que enfrentó las tropas carlistas y las liberales el 22 de julio de 1872 e Tarrasa, en el marco de la tercera guerra carlista.
[1] Después del desastre de Oroquieta, los carlistas vasco-navarros se rindieron y el pretendiente tuvo que volver a huir a Francia, tras lo cual los únicos que mantenían la causa carlista armada en España eran los catalanes.
Los objetivos de los carlistas eran hostilizar a las fuerzas del orden y a las poblaciones fieles al gobierno, dificultar las comunicaciones e imponer su legalidad, recaudando fondos para su mantenimiento con dos tipos de partidas: las de reducido número, que se dedican a hostilizar las pequeñas poblaciones, efectuando bajadas a las llanuras y evitando el enfrentamiento directo con el ejército o las milicias, y las de contingentes más numerosos, que, al mando de personajes cómo Martí Miret, Joan Castells o Francesc Savalls, recorren el Principado y son reforzadas ocasionalmente por las partidas «locales» citadas anteriormente, de hasta dos mil hombres, pero lo más frecuente fue que las partidas fueran de algunos centenares de hombres.
[2][3] El 22 de julio de 1872 una partida de 500 carlistas encabezada por Joan Castells llegó en tren y atacó Tarrasa para recaudar la contribución de la villa al esfuerzo de guerra, pero las autoridades se negaron al pago y en el asalto al ayuntamiento, en el que obtuvieron un botín de seiscientas pesetas, los asaltantes perdieron siete hombres y los defensores, dos.
[8] En total sumaban 1.000 hombres y 50 caballos.