Batalla de Navarro

Dorrego se trasladó al interior de la provincia, delegando el mando en el general Juan Ramón Balcarce mientras organizaba el ejército que debía reponerlo en el mando.

Pero Balcarce tuvo que rendirse a Lavalle, que ese mismo día se hizo elegir gobernador en una asamblea de sus partidarios en el atrio de una iglesia.

Desde entonces, ambos contendientes se consideraban a sí mismo el gobernador legal, y al otro como un usurpador.

Lavalle salió a enfrentarlo, por lo que el gobernador legal y Rosas decidieron unir sus fuerzas a las del coronel Ángel Pacheco, en el norte de la provincia.

Pocos días más tarde, instigado por sus aliados unitarios, Lavalle ordenaba el fusilamiento del gobernador Dorrego en Navarro.