Batalla de Montecatini

Contra todas las expectativas de la batalla fue ganada por el ejército pisano, guiado por Uguccione della Faggiola.

Según los cronistas de la época fue la gran desproporción de fuerzas en el campo y en especial llevaron a los florentinos a subestimar y dar por sentado el resultado de la batalla.

Florencia y sus aliados no sólo no se molestó en motivar y mantener vivo el espíritu de lucha de sus hombres, pero ellos subestimaron el único punto fuerte de la formación pisana, representado por un contingente de 1800 caballeros mercenarios alemanes, que llegaron a Italia con las tropas imperiales de Enrique VII de Luxemburgo y que se mantuvieron después al servicio de Pisa al son de florines, pero al mismo tiempo fueron impulsados por un odio profundo hacia los güelfos y los angevinos.

Entre las víctimas y los presos por los que tuvieron que pagar enormes rescates la batalla se convirtió para Florencia en una derrota aplastante.

Un cronista contemporáneo Giovanni Villani dice que una de las grandes familias florentinas, pocos fueron los que no tenían que contar entre su pena después de la batalla.