El presidente Bernardino Rivadavia envió al coronel Gregorio Aráoz de Lamadrid a hacer levas en el noroeste del país, pero aquel no obedeció las órdenes.
[5][6] Como el primer paso para afirmar su poder era deponer al gobernador de Córdoba, brigadier general Juan Bautista Bustos, este último solicitó ayuda a sus aliados federales.
[11] Sin embargo, el catamarqueño le consultó a su aliado tucumano y ambos acabaron por reconocer la autoridad del presidente.
[16] El gobernador tucumano le solicita una entrevista a su contraparte santiagueña, pero aquel se niega, aumentando la preocupación de los unitarios.
[17] Aráoz de la Lamadrid menciona brevemente un combate en que Gutiérrez fue derrocado, pero no da fecha ni lugar.