Actualmente su presencia ha disminuido enormemente aunque todavía se encuentran pequeños núcleos de barracas diseminadas en solares abandonados.
[5] El Plan Jaussely, o ensanche Jaussely, pretendía mejorar la conectividad entre Barcelona y las ciudades colindantes, a la vez que permitía mantener cierta autonomía a la hora de elaborar el tejido urbano interno de las segundas.
El arquitecto municipal que se encargó de llevar a cabo distintas fases del plan fue Ramón Puig i Gairalt, siempre con la mentalidad de construir una ciudad complementaria para servir a Barcelona.
[6][5] La cercanía de Hospitalet a Barcelona cono centro industrial, y la creación de importantes fábricas y tejerías en la misma ciudad de Hospitalet, junto con las fuertes oleadas migratorias hacia la ciudad, provocaron que se establecieran numerosos núcleos barraquistas a lo largo del siglo XX.
[13]El papel de las asociaciones parroquiales fue crucial en muchos barrios como plataforma para promover tanto vivienda social como la cultura popular.
[5][14] En el año 1959 el Departamento de Viviendas no Autorizadas contabilizó unas 1.200 barracas, ubicadas tanto en los núcleos principales como en calles y solares diseminados por todo el municipio.