Baldomero Lillo

Ya adulto, se trasladó a Santiago buscando un espacio literario y, al cabo de seis años, en 1903, logró reconocimiento al ganar con el relato «Juan Fariña» el primer lugar de un concurso de cuentos.

Consiguió así, la primera publicación en La Revista Católica de Santiago.

Este hecho le posibilitó trabajar en El Mercurio y luego colaborar en la revista Zig-Zag.

En 1907 apareció su segundo libro, Sub sole, con trece relatos de vida campesina y del mar.

Montes y Orlandi describen la literatura de Baldomero Lillo como representante del realismo crítico: