[5] Su hermana Badri Hoseini Jameneí era esposa del ulema revolucionario Sheij Alí Tehraní.
En Mashhad siguió estudiando hasta 1968, además de comenzar a impartir clases para los seminaristas más jóvenes.
[11] Si bien Alí Jameneí se presenta como discípulo del ayatolá Jomeini en materias de fiqh, principios teológicos, política y activismo revolucionario, afirma que las primeras chispas de su combate contra el régimen monárquico las recibió de Navvab Safaví, quien en 1952 organizó junto a su grupo Fedayines del Islam un encendido discurso en Mashhad en la misma escuela Soleymán Jan en que estudiaba Jameneí, discurso en el que trató de la revivificación del islam y la puesta en vigor de sus mandatos, y mostró su oposición al régimen Pahlevi y al Reino Unido, acusándolos de falsos y traidores a la nación iraní.
Entre los años 60 y 70 volvió a pasar varias veces por prisión, en un ambiente pre revolucionario en que frente a la represión gubernamental surgían distintos grupos armados y los clérigos veían aumentar el público que escuchaba sus prédicas cada vez más politizadas.
En vísperas ya de la caída del régimen Pahlevi, Jamenei fue llamado por Jomeini a integrar el Consejo de la Revolución Islámica, junto a figuras como Morteza Motahharí, Mohammad Beheshtí y Rafsanyaní, y en marzo contribuyó a la fundación del Partido de la República Islámica.
Jameneí salvó la vida por poco, y perdió para siempre el uso de su brazo derecho[13] .
[14] Tras el asesinato en agosto del presidente Rayaí, Jameneí fue elegido para sucederlo por una mayoría abrumadora en elecciones celebradas en octubre, convirtiéndose en el primer clérigo en ocupar el cargo.
En su discurso de investidura, Jameneí se comprometió a eliminar "las desviaciones, el liberalismo y el izquierdismo influido por Estados Unidos".
[17] En 1985, Alí Jameneí fue reelegido para un segundo mandato presidencial, obteniendo el 85,66% del total de votos emitidos.
Durante toda la década de los años 80, Jameneí contribuyó en la dirección del país mientras este atravesaba la dura guerra frente a Irak, lo que le permitió desarrollar estrechos vínculos con la crecientemente poderosa Guardia Revolucionaria.
El presidente Jameneí era conocido por su notable interés en los asuntos militares, presupuestarios y administrativos.
[21][22] La Constitución de la República Islámica exigía que el Líder Supremo sea marŷa (marŷa'-e taqlid, مرجع تقلید «fuente de emulación»), grado que no había alcanzado Jameneí (ni siquiera era ayatolá).
La enmienda constitucional no había sido aún sometida a plebiscito, por lo que en un primer momento la Asamblea de Expertos otorgó a Jameneí un título provisional, hasta que entró en vigor la nueva ley fundamental.
[24][25] A pesar de esta controversia, el propio Alí Jameneí es autor de una fátua que decreta que el criterio del vali-ye faqih en materias relacionadas con el islam prevalecen sobre las del pueblo.
Fue de los primeros religiosos islámicos en permitir la investigación con células madre (a condición de ser usada para crear partes, no seres humanos enteros), así como la clonación terapéutica.
[38] El ayatolá Jameneí es autor de un decreto religioso según el cual está prohibido en el islam producir, almacenar o usar armamento nuclear.
La comunidad bahaí de Irán, minoría religiosa no islámica más numerosa del país, sufre a este respecto en mayor grado al no estar reconocida como confesión legítima, a diferencia del zoroastrismo, cristianismo y judaísmo.
Tras la persecución sufrida durante la primera década de República Islámica, bajo el liderazgo del ayatolá Jameneí las acciones violentas han tendido a ser sustituidas por una estrategia de exclusión social y difamación en los medios de comunicación estatales, como expresa el documento presentado ante la ONU en 1993 como memorando oficial secreto, y que porta la firma del ayatolá Jameneí.
Las autoridades iraníes niegan la autenticidad del documento, conocido como Memorando Golpayganí, aunque las medidas prescritas se aplican en Irán, como la exclusión del sistema universitario, y la detención con cargos políticos de miembros de la comunidad.
[62] En una comparecencia pública para dirigir los rezos del viernes 19 de junio, manifestó su apoyo al vencedor anunciado y acusó a las potencias extranjeras —incluidas Reino Unido, Israel y Estados Unidos— de fomentar las protestas por los resultados electorales.
UU. son «algo natural e inevitable», dado que Washington «trata de establecer una dictadura global y promover sus intereses particulares subyugando a otras naciones y pisoteando sus derechos».
El día en que mantener relaciones con Estados Unidos sea beneficioso para la nación iraní, yo seré sin duda el primero en aprobarlas».
[72] Pocas semanas después, Jameneí responsabilizó a Washington de la inseguridad y el "terrorismo ciego" reinante en Irak tras la invasión.
[75] En este mismo sentido, ya en 2006 Jameneí había desacreditado para dar lecciones sobre «derechos humanos y lucha contra el terrorismo» a «quien tiene prisiones como Guantánamo o Abu Ghraib».
En la misma ocasión afirmó que «los refugiados palestinos deben regresar, y los musulmanes, cristianos y judíos podrán elegir un gobierno para sí mismos, excluyendo a los judíos inmigrados».
[77] En 2005, Jameneí replicó a la sonada frase del presidente Ahmadineyad sobre «borrar de la página del tiempo al régimen ocupante de Al-Quds» aclarando que «la República Islámica nunca ha amenazado ni amenazará jamás a ningún país».