[3] En 1979 fue designado como sucesor por el líder supremo de la revolución, el ayatolá Jomeini, pero en 1989, Montazerí perdió la confianza del ayatolá tras denunciar que las políticas gubernamentales se inmiscuían en la libertad y negaban derechos sociales, lo que le obligó a vivir recluido[4] en la ciudad santa de Qom, desde donde ejerció su influencia en las políticas reformistas.
[5] A raíz de esto fue puesto bajo arresto domiciliario en 1997, bajo cargos de cuestionar "el gobierno irresponsable ejercido por el líder supremo".
[6] Era conocido como el académico islámico de mayor conocimiento en Irán[7] y como un gran marya (autoridad religiosa) del islam chiita.
Montazeri fue un prolífico escritor de libros y artículos.
Era un firme defensor de un estado islámico y argumentaba que el Irán posrevolucionario no era gobernado como tal.