Los trenes se distinguen por contar con una librea con un reconocible fondo morado.
[3] Ambas series sólo tienen una clase (Turista) y no disponen de coche cafetería, el cual es sustituido por máquinas expendedoras.
Se presentaba como un concepto Smart Train, en el que se integraba una gran digitalización en la comercialización de este nuevo servicio, apostando por un modelo más flexible y sostenible con el medio ambiente.
La gran puesta en valor de esta propuesta pasaba por la plena digitalización de los procesos, e incluso del acceso al tren con una identificación por biometría, además del billete digital y físico.
Durante todo el trayecto, el cliente podría conocer en tiempo real el estado del viaje a través de una aplicación que le ponía en contacto con los servidores logísticos de la operadora.
La comunicación en línea, la red wifi gratuita durante el viaje o el billete integrado con otros servicios de Renfe serían las características diferenciales con respecto a lo que, en 2018, se ofrecía en el sector.