Según la declaración ante el juez de Juan José Zubieta Zubeldia (integrante junto con Jon Félix Erezuma y Joan Carles Monteagudo del Comando Barcelona de ETA), el día del atentado él y Monteagudo se dirigieron a Vich en un Renault 11, mientras que Erezuma lo hizo con otro vehículo de igual modelo pero ya equipado con los explosivos.
Posteriormente, emprendieron la huida en el otro vehículo, que cambiaron por una furgoneta Citroën C15 para no levantar sospechas y poder trasladarse a su refugio.
[9] Como consecuencia de la explosión, las tres plantas del edificio se derrumbaron, quedando solo en pie la fachada.
[7] El trasiego de ambulancias, bomberos y policía originó un auténtico caos circulatorio en la ciudad.
Por la noche, continuaban los trabajos de rescate, que incluían perros policía adiestrados para el rescate y grúas, habiéndose encontrado hasta entonces siete víctimas, entre ellas tres niñas de 8, 10 y 11 años que se encontraban jugando en el patio, y un guardia civil que se encontraba asistiendo a los heridos cuando fue atropellado mortalmente por una ambulancia.
Colindante al cuartel, se encontraba el Colegio del Sagrado Corazón, en cuyo patio, según declaraciones de una monja que presenció la explosión, se encontraban jugando unos 50 niños que habían finalizado las clases.
Sus integrantes, aunque su composición pudo variar, fueron Jon Félix Erezuma Uriarte, Joan Carles Monteagudo Povo (exmiembro de Terra Lliure) y Juan José Zubieta Zubeldia.
[15] Juan Félix Erezuma Uriarte (Guernica y Luno (Vizcaya), 1963), era miembro de ETA desde 1988, y Juan José Zubieta Zubeldia, nacido en Lecumberri (Navarra), en 1965, fue integrante del Comando Nafarroa hasta la desarticulación del mismo en que huyó a Francia.
En el enfrentamiento también resultó herido un guardia civil, que fue alcanzado por un disparo en un brazo, siendo trasladado a un hospital de Granollers (Barcelona).
[21] La matanza tuvo una gran repercusión en la opinión pública española, y la condena al atentado fue unánime.
[23] Al día siguiente, y convocado por los sindicatos, se produjo en toda Cataluña un paro de cinco minutos en rechazo del atentado terrorista.