Ha sido escrito tradicionalmente durante siglos en catalán como Vich, grafía que se conserva en el apellido.
La población de Sentforas forma también parte del municipio desde los años 1940.
Después que los musulmanes destruyeron la antigua ciudad romana de Ausa, los supervivientes reconstruyeron apenas un barrio al cual llamaron Vicus Ausonensis (villa de los Ausetanos), que, abreviado, nos llega como Vich.
[12] Dicho uso Bique o Vique sigue la lógica del español al no poseer palabras que acaben en posición consonántica a diferencia de otros idiomas como el francés, catalán, u holandés, como en «roc/roque», «atac/ataque», «dic/dique», «Maastricht/Mastrique» y otros.
Otros casos análogos son los de Montjuich, Hostalrich y Reixach, que en la actualidad han pasado a escribirse en catalán Montjuïc, Hostalric y Reixac, respectivamente.
En el uso actual del catalán estas haches finales mudas se conservan solamente en apellidos como, por ejemplo, Salarich, Blanch, March o Bosch.
En 1038 el obispo Oliba consagró la catedral románica de la que se han conservado hasta nuestros días la cripta y el campanario.
En la época feudal la ciudad de Vich estuvo dividida en dos partidas, una inicialmente bajo la jurisdicción del obispo, el cual la traspasó al rey en 1316, y la otra bajo jurisdicción de los señores del Castillo: los Montcada.
Esta división marcará la vida de la ciudad durante la época medieval, que crecerá alrededor de la Catedral, el Castillo y el Mercadal, y se verá rodeada por una muralla con torreones, reconstruida en el siglo XIV.
Desde mediados del siglo XX, superada la posguerra, la ciudad fue recuperando el peso específico que había tenido tradicionalmente en Cataluña.
También cabe destacar que hubo un coso taurino, con capacidad para 4,500 espectadores, construido en 1917 por Joaquín Costa Mas y demolido en 1966.
[17] A causa del gran trabajo intelectual que Antoni Gaudí estaba haciendo a principios de 1910 y después de ver que la crítica no acababa de apreciar su arquitectura, Gaudí entró en una depresión nerviosa que le obligó a pasar un tiempo alejado del trabajo cotidiano.