Derceto

[1]​ Derceto era como conocían los antiguos griegos, en forma abreviada,[2]​[3]​ a la deidad siria Atargatis, en arameo ‘Atar‘atah, o como la llamó el historiador ruso Mijaíl Rostóvtsev, "la gran señora de las tierras del mar libanés, dueña del mar mediterráneo".

Popularmente, se la describe como la diosa-sirena, debido a la apariencia con que era venerada en Ascalón y por los escritos de Diodoro Sículo.

Su santuario principal estaba en Hierápolis Bambyce (la actual Manbij, en el norte de Siria), donde fue adorada junto con Hadad.

Su antiguo templo fue reconstruido hacia el 300 a. C. por la reina Estratónice, esposa de Seleuco I.

[8]​ Glueck señaló en 1936 que "ahora existe un estanque sagrado con un banco de peces que no se pueden tocar en El Qubbet -Baeddwī, un monasterio derviche a tres kilómetros al este de Trípoli (Líbano)".

[9]​ Desde Siria, su culto se extendió a Grecia y más al occidente en época helenística.

También se encuentra su culto en Sicilia, introducido por los esclavos y las tropas mercenarias, que lo llevaron incluso a los más lejanos límites septentrionales del Imperio Romano.

En muchos casos, Atargatis, Astarté y otras diosas que una vez tuvieron cultos y mitologías independientes se fundieron en época tardía de tal manera que llegaron a ser indistinguibles, sincréticas.

En un aspecto, la diosa tipifica la protección del agua en la producción de la vida; en otro, lo universal de otra tierra lejana y exótica;[10]​ en un tercio (influida, sin duda, por la astrología caldea), el poder del destino.

Derceto. Ilustración para la obra de Athanasius Kircher Œdipus Ægyptiacus .
En el reverso de una moneda de Demetrio III Eucarios , se muestra el cuerpo de pez de una Atargatis velada, flanqueada por tallos de cebada, sujetando una flor.
Inscripción latina de teselas dedicada a Atargatis, en Cartagena, España .