Algunos términos sinónimos son, por ejemplo, asesino a sueldo,[1] pistolero, matón, ejecutor, torpedo (usado por la mafia italiana) y rompepiernas.
La daga o espada corta, que en latín es sica, era usada por los asesinos porque podía ocultarse bien bajo los pliegues de la túnica.
Solían atacar en días festivos, cuando la multitud que se congregaba en Jerusalén les permitía actuar con más impunidad.
[3][4] Su actividad estuvo vinculada en principio a la política, actuando en las asambleas populares, particularmente durante el peregrinaje al templo, cuando apuñalaban a sus enemigos (contrarios políticos de sus amos, sus simpatizantes o clientes) lamentándose ostensiblemente después del hecho para escapar de la detención.
Las víctimas de estos sicarios incluyeron a Jonatán, el supremo sacerdote, aunque es posible que su asesinato haya sido orquestado por el gobernador romano Félix.
Algunos asesinatos eran llevados a cabo como venganza contra los romanos por parte de la población judía entera del país.
[cita requerida] Actualmente está en auge por la facilidad de reclutamiento mediante convencimiento, presión o amenazas a sus familiares si no lo hacen y es un problema social importante que se encuentra en mayor parte en el narcotráfico, en la venganza por distintas causas y en ser parte de sus operaciones esenciales.
Según investigaciones se encuentra que el homicidio sigue siendo la manera de muerte violenta más frecuente en países como México, Colombia, Venezuela, Ecuador, Perú.