[2]Se estima que fueron realizadas en la segunda mitad del siglo XII por el pueblo Chono.
[3] Las pinturas y petroglifos se encuentran en la cara sur del monte, sobre roca volcánica en distintos niveles: algunas a ras del suelo y otras hasta a 2,3 metros de altura.
[2][4] El sistema de cuevas ha preservado rasgos arqueológicos con material lítico y conchales que documentan la ocupación del sector.
El sitio arqueológico alberga evidencias e indicadores de movilidad e intercambio con poblaciones cordilleranas y del lado Argentino, tal como se ha documentado en sitios similares en Curarrehue y Lago Caburgua.
La iniciativa fue financiada por National Geographic (NatGeo), la Universidad Austral sede Puerto Montt y la Fundación ProCultura.