Sus ingredientes principales son productos cárnicos procedentes de la matanza del cerdo y arroz.
[1] Tiene un aroma y un color rojo característicos, debido al uso de pimentón dulce.
Previamente, en el Almanaque culinario el autor hace una descripción de un arroz a la zamorana servido en Alcañices a un amigo suyo (José Alvarez Builla) en el año 1884.
Es un plato que suele comerse tradicionalmente en una cazuela de barro, en la que se funde una pequeña cantidad de manteca de cerdo (cuatro onzas según El Practicón) y se rehogan una cebolla y unos nabos.
Se añade algunos ajos, orégano, perejil, tomillo, así como pimentón (este es el que le da ese color rojizo tan característico).