Este estilo se extendió desde el Véneto hacia toda Europa y otras partes del mundo.
Más tarde, cuando el estilo comenzó a declinar en Europa, surgió con fuerza en Norteamérica, con ejemplos excelentes en los edificios diseñados por Thomas Jefferson.
Para entender el desarrollo del palladianismo, es necesario antes analizar la obra de Palladio y sus fundamentos constructivos.
La obra de Andrea Palladio se encuentra en su totalidad en la región septentrional italiana del Véneto.
La logia palladiana puede describirse como un pórtico hueco, o estancia autónoma cuyos muros abiertos dejan ver el resto de elementos y rematada con frontones.
Las logias o tribunas en las fachadas daban significación a las mismas y en ocasión eran soportadas por un entablamento inferior.
En la Villa Godi es usada en el edificio central la logia en la planta noble en vez del pórtico, que además se encuentra terminado por dos arcadas simétricas en sus lados.
Con anterioridad, otros arquitectos habían usado esas fórmulas matemáticas para dotar de equilibrio al conjunto y conseguir la simetría en las fachadas; sin embargo, en sus diseños, Palladio las empleó para relacionar todo el edificio y evitar estridencias o falta de armonía en las villas, generalmente cuadradas.
Las proporciones no solo son un medio para solventar un problema arquitectónico, sino un sistema organizado para la disposición de las habitaciones privadas.
Así, en general, sus seguidores, alteraron dicho concepto original de la relación entre la edificación principal y sus dependencias anexas.
La parte central está rematada mediante un arco de medio punto que se apoya en arquitrabes y éstos a su vez en columnas.
Numerosas casas de campo se construyeron en Inglaterra entre los años 1640 y 1680, como la Wilton House, entre otras.
Los diseños palladianos realizados por Jones, que llegó a ser aparejador real, estuvieron tan estrechamente asociados con la corte de Carlos I, que su influencia no sobrevivió a la confusión producida por la Guerra Civil Inglesa.
Sus tres autores consiguieron por ello ser muy conocidos y de los más solicitados para trabajar.
En 1729, Burlington diseñó, junto a William Kent, la Chiswick House, una reinterpretación de la villa Capra, purificando los elementos y ornamentos del siglo XVI.
Las casas neopalladianas no eran los pequeños y exquisitos refugios de descanso que los arquitectos italianos concibieron.
A medida que el estilo británico evolucionaba, todas las concepciones matemáticas de proporción y distribución fueron desechadas.
Durante el periodo neopalladiano, en Irlanda, incluso las mansiones más modestas se hicieron en este estilo.
Sin embargo, cualquiera que sea la razón, el palladianismo debió adaptarse al clima, más húmedo y frío, de Irlanda.
Muchas de esas edificaciones se mantienen en pie en la actualidad aunque en condiciones ruinosas.
Aún muchas casas palladianas sin tejado pueden admirarse en las zonas rurales despobladas del país.
Monticello (remodelada entre 1796 y 1808) está claramente basada en la villa Capra de Palladio, que con sus modificaciones, se califica en Estados Unidos como estilo colonial georgiano.
El castillo Coole es, en palabras del historiador Gervase Jackson-Stops, «una culminación de las tradiciones palladianas, casi estrictamente neoclásico en su ornamentación casta y su noble austeridad».
Drayton Hall y la casa Miles Brewton, en Carolina del Sur, siguieron esta influencia tomada por las dos construcciones anteriores.
Esto hacia innecesaria las escalinatas ornamentadas exteriores que llegaban a la planta principal, como en los diseños originales de Palladio.
Alrededor de 1770, en Inglaterra, arquitectos como Robert Adam y sir William Chambers tuvieron gran demanda popular, y a esas alturas contaron con gran variedad de fuentes clásicas en las que inspirarse, incluida la arquitectura griega.
El término «palladiano» aún es usado en la actualidad, aunque incorrectamente, para referirse a un edificio con alguna pretensión clásica.