[2] Las armerías, pintadas, grabadas o esculpidas,[3] se pueden representar sobre un escudo, un sello, una armadura, un estandarte, un tabardo, un edificio, etc.En francés, y por mímesis, en español, el término armerías, y su equivalente, armas (aunque algunos heraldistas prefieren aplicar esta segunda palabra para la única representación del escudo y llaman armerías al escudo acompañado de adornos externos) presenta el inconveniente de que sólo existe en plural, si bien algunos heraldistas decidieron en los años 70 emplear la palabra armería en singular y, «para paliar esta dificultad, hacen del término blasón un sinónimo de armerías pero esto parece una paronimia semántica.Alcanzaron su apogeo en el siglo XVII[5] y desde mediados del siglo XVIII han experimentado un cierto declive (especialmente en Francia e Inglaterra), teniendo que hacer frente a la competencia de fórmulas emblemáticas que a menudo dieron origen (insignias, lemas, identidad fórmulas que adornan libros y vestidos del siglo XIV, luego iniciales, números y monogramas).[11][12] Lo que hoy en día se denomina popularmente escudo de armas es propiamente dicho un armería heráldica y consiste en un escudo acompañado por un yelmo de guerrero, el manto que protege su cuello del sol (generalmente cortado de manera fantasiosa para sugerir haber sido usado en batalla), la corona que asegura el manto y la cimera al yelmo.Las adiciones al logro pueden incluir insignias, lemas, soportes y una corona o diadema (coroneta).