[2] Damasco era atravesada por la principal ruta comercial desde el mar Mediterráneo a la India y Oriente Medio.
[6] El dominio nabateo de Damasco se interrumpió en 72 a. C. cuando el rey armenio Tigranes II tomó la ciudad.
Aretas avanzó hacia Jerusalén a la cabeza de 50.000 hombres, asediándola durante varios meses.
Finalmente, Aristóbulo sobornó a Marco Emilio Escauro, delegado del general Cneo Pompeyo Magno.
Aretas conservaría los territorios y posesiones nabateos, pero se convirtió en un vasallo de la República romana.