Algunos también eran particularmente violentos y podían llegar a cometer homicidios.
Las mujeres tenían presencia y un papel activo en los delitos atribuidos a los apaches y se decía de las mismas que tenían actitudes liberales que contrastaban con la mentalidad de la época.
Se llegó a afirmar, incluso, que Montmartre no es la colonia Apache.
[2] En los primeros años del siglo XX, el vocablo se difundió en el argot policial en Argentina para aplicarlo a algunos delincuentes que, procedentes de Francia y principalmentalmente vinculados al proxenetismo, se asemejaban en su actividad y vestimenta a los apaches de aquel país, al mismo tiempo que la palabra también era usada por los letristas de tango de la época.
Algunos tangos de la época que mencionaban en sus títulos a los referidos personajes son: