Antonio de Covarrubias y Leiva

Antonio de Covarrubias y Leiva (Toledo, 1514-1602) fue un humanista español.Acompañando a su hermano asistió a la tercera sesión del Concilio de Trento, celebrada entre 1561 y 1563.[3]​ Poseedor de una rica biblioteca, en la que figuraban unos cuarenta códices griegos, alguno de sus libros pasó a su muerte a la biblioteca del Greco,[4]​ quien lo había retratado como canónigo y maestrescuela en El entierro del conde de Orgaz (1587), a la derecha y de perfil, y hacia 1600 de busto largo, por encargo de Pedro Salazar de Mendoza (París, musée du Louvre y Toledo, Museo del Greco).[5]​ El cretense, en su ejemplar de Los diez libros de arquitectura de Vitrubio anotados por Daniele Barbaro, Venecia, 1556,[6]​ ensalzó la bondad y sabiduría del amigo, «milagro de la naturaleza», en el que conviven «elocuencia y elegancia ciceroniana», dominio del griego y una infinita bondad y prudencia:Lipsio le respondió, en agradecimiento, que «ni la lengua ni la pluma pueden expresar lo que te debo por este regalo tuyo, oh gran luminaria de España»,[8]​ y en carta a Pedro Pantino escribió: «Qué decir de nuestro Covarrubias, aquel viejo digno de los tiempos de Homero... ¡Oh varón tan estimado por mí desde hace ya lustros a quien formó por sus propias manos la sesuda Minerva!».
El Greco , Antonio de Covarrubias y Leiva , c. 1600. Óleo sobre lienzo, 68 x 57 cm, Toledo , Museo del Greco .