En 2008, cuando Joan Rangel era el delegado del Gobierno, se emprendieron unas reformas de restauración, detectándose déficits estructurales que hicieron replantear las operaciones.
Debido a la crisis financiera española se hicieron mínimas reformas para garantizar la seguridad del edificio, posponiéndose las obras mayores por carencia de fondos.
La central tiene cuatro columnas toscanas apareadas apoyadas sobre un zócalo de mármol negro, que recorre todo el perímetro del edificio.
Las dos puertas laterales, de menores dimensiones que la central, están también decoradas con cuatro columnas toscanas apareadas, con su cornisa correspondiente.
Sobre la puerta central hay cuatro columnas apareadas con un balcó a su medio con una balaustrada que imita el mármol.
Había otras dos junto a la Facultad de Náutica, que han desaparecido.