Año litúrgico
Si bien las fechas de las celebraciones varían un poco entre las diferentes Iglesias cristianas, la secuencia y lógica utilizada para su planificación son en esencia las mismas.El rito romano, que es el mayoritario en la Iglesia católica, denomina Año litúrgico al período cíclico anual durante el cual celebra la historia de la salvación hecha por Cristo y al que se distribuye en festividades y ciclos: Adviento, Navidad, Cuaresma, Pascua y Tiempo Ordinario.Por eso los cristianos escuchan en los textos y cantos palabras alusivas a la venida del Señor, en especial las profecías de Isaías.Las grandes figuras que la liturgia presenta en este período son el profeta Isaías, San Juan Bautista, y la Virgen María.Siempre cuenta con cuatro domingos, aunque las semanas no sean completas.Durante las solemnidades se omite la supresión del Gloria y de los adornos florales.Durante estos días, la Iglesia conmemora la venida en carne mortal de Cristo a la tierra.Simbólicamente también recuerda los cuarenta días que Jesús vivió en el desierto y su lucha contra las tentaciones.La Cuaresma incluye seis domingos, incluyendo el Domingo de Ramos y es un período de liturgia penitencial: se utiliza ornamentos morados, a excepción del Domingo de Ramos que es el rojo y las solemnidades más importantes que es el blanco, no se canta el Gloria ni tampoco el Aleluya, tampoco se adorna el templo con flores y el órgano y demás instrumentos callan, a no ser que sean para sostener básicamente el canto.Únicamente se exceptúa el cuarto domingo, tradicionalmente llamado "Laetare" en el que se puede cambiar de color al rosa (opcional, por la proximidad de la Pascua, mezcla entre el morado y el blanco), se pueden poner algunas flores y usar instrumentos, pero sigue callado el Gloria y por supuesto el Aleluya.También en las solemnidades y fiestas que coincidan -habitualmente son dos importantes: San José y la Encarnación del Señor- pueden quitarse estos signos penitenciales, empleando vestiduras blancas debido a la solemnidad de estas celebraciones, aunque nunca usar el Aleluya, que callará hasta la noche de Pascua.Estos días se celebran la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús.En la misma se lee el Evangelio de la Pasión del Señor, lo cual a veces corre a cargo de tres personas: los textos en los que habla Jesús corresponderían al sacerdote, otro lee como cronista, y los demás personajes por otro lector.Este día tiene dos perspectivas que se unen en una sola, el Triunfo de Cristo.Aunque suele celebrarse el Jueves Santo por la mañana, las características funcionales de esta celebración permiten que sea trasladada a otros días del final de la Cuaresma.La iglesia no se debe adornar con muchas flores, y los cantos van enfocados a la institución de la Eucaristía.El Viernes Santo se recuerda la muerte de Jesús en la cruz para salvar a la humanidad.Es conveniente celebrar en común la Liturgia de las Horas, u otras celebraciones en torno al sepulcro del Señor, a su cruz o a los dolores de la Virgen, pero cabe recordar que no hay misa alguna este día.Durante todo este tiempo la Iglesia canta la alegría de Cristo Resucitado.Sin embargo, existen excepciones: algunos pasajes de los capítulos 1 y 2 del Evangelio de Juan se usan en el segundo domingo durante el año, y el capítulo 6 se incluye en el tiempo ordinario del ciclo B (domingos decimoséptimo al vigesimoprimero durante el año inclusive).Cuando en un día coincide una celebración propia del año litúrgico o la conmemoración de un santo se celebra la que tiene precedencia según se establece en las Normas universales sobre el año litúrgico y sobre el calendario.Los ortodoxos, por ejemplo, marcan los tiempos en torno a las llamadas Doce fiestas,[Nota 2] y usan en muchos casos el calendario juliano, aunque existen variantes según las diversas confesiones.