El cráneo exhibe una cresta supraoccipital ancha, y una flexión craneal destacada.
Otros autores encontraron adecuado separar en un subgénero propio a los Equus sudamericanos pues todas sus especies poseen unas características extremidades más cortas y robustas, un cráneo más grande (en relación con las proporciones corporales), y la misma morfología dentaria.
[2] Los dientes inferiores poseen, en su superficie oclusal, un bucle doble (metastílido —angular— y metacónido —redondeado—).
Presentan, generalmente, algo acortado la parte distal de las extremidades (más marcado en la flexión distal del metatarso), aunque no llegan al grado de lo que ocurre en Hippidion.
Sus especies vivieron hasta el final del Pleistoceno o el Holoceno temprano, por lo que convivieron durante algunos milenios con las primeras oleadas humanas llegadas a América del Sur, es decir los primitivos paleoamericanos.
Este taxón intermedio fue creado primeramente como género por el paleontólogo francés Robert Hoffstetter en el año 1950.