La mayor parte de la ciudad se encuentra en la orilla sur del río, conectada a la otra mediante cinco puentes.Su ubicación en el valle la convierte en una fortaleza fácil de defender, por lo que ha tenido una historia destacada.Actualmente se conservan importantes ruinas, entre las que destacan las tumbas reales de Ponto excavadas en la roca.Se convirtió en la capital hasta que el gobernante selyúcida Kilij Arslan I la anexionó.Aún se conservan madrasas, mezquitas y tumbas de este periodo, entre otras construcciones.Una vez incorporada al Imperio otomano por el sultán Beyazid I, Amasya ganó importancia como centro de aprendizaje, ya que se enviaban aquí a los descendientes de los gobernantes otomanos.Las tiendas locales dependen en gran medida del turismo y la base militar de la zona.La gastronomía local incluye la especialidad toyga çorbası, una sopa con yogur que se bebe caliente o fría.