En 1925 ingresó al Círculo de Bellas Artes y estudió pintura con Domingo Bazzurro.
En 1929 viajó a París, donde permaneció durante tres años realizando estudios en la Grande Chaumière con Othon Friesz y en la Academia de André Lhote.
En 1932 visitó a Pedro Figari en su taller parisino y le enseñó algunas de sus pinturas.
Estudió grabado con Johnny Friedlaender y asistió a cursos de mosaico con Gino Severini.
[12] Realizó numerosos dibujos, acuarelas, pinturas con óleo y acrílico, esculturas, grabados, escenografías teatrales e ilustraciones para libros.
La síntesis geométrica presente en sus pinturas, destaca su personal impronta en el arte uruguayo del siglo XX, un constructivismo libre que introduce una dimensión conceptual y sensible, cercana a la pintura metafísica de Giorgio Morandi.
Retrospectiva 1925-1995, realizada en el Museo Nacional de Artes Visuales en 1995, Ángel Kalenberg destacó que ella junto a Petrona Viera, consumaron “el aporte más sustancial a la historia de las artes plásticas uruguayas".
En 2018 su obra participó en la exposición colectiva Cuatro artistas rebeldes junto con María Freire, Amalia Polleri e Hilda López en Galería Sur, Punta del Este, y en 2019 integró el envío del MNAV junto con Petrona Viera en Yo soy mi propia musa.