María Freire

Cuando conoció a José Pedro Costigliolo en 1952, ambos venían ya en una búsqueda común en el camino de su expresión artística.

La artista trabajó en series, tomando la propuesta de color, los ritmos y las formas puras como tema en sí mismos.

[3]​ En sus obras aparece reiteradamente el mismo motivo, armado de diferentes maneras y con un encadenamiento rítmico aleatorio.

[5]​ A partir del año 2000 realizó esculturas de gran escala para espacios públicos.

[6]​ La dupla creativa con su marido, con sus caminos expresivos propios pero orientados en el mismo sentido, hacen que sus nombres siempre aparezcan asociados.