En 1960 se escindiría en el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) e inició la lucha armada con esta organización, aceptando después la pacificación propuesta por el presidente Rafael Caldera en 1971.
Después de la caída de Pérez Jiménez, se vio influenciado por la izquierda cubana liderada por Fidel Castro, que estaba en la lucha armada para derrocar a Fulgencio Batista.
[3] Esta influencia de la izquierda radical se fue haciendo más fuerte en los jóvenes que pertenecían al partido, comenzaron las luchas internas y el partido Acción Democrática se dividió.
[4] Viajó a Cuba en 1959 recién derrocado Batista y tuvo la oportunidad de mantener conversaciones tanto con Fidel y Raúl Castro, como con el Che Guevara.
Regresa a Cuba nuevamente en 1964 y 1965, para vivir más de cerca la experiencia cubana, ya que se encontraba en la clandestinidad en Venezuela y en plena lucha guerrillera por los ideales que defendía.