Alpine A106

Su nombre de A 106 retenía esas tres cifras del número 1062 que identificaba al Renault 4, en nuestro país 4/4.

En entrevista concedida a la revista Autopassion en 1987 (3), Rédelé recordaba los inicios de Alpine, definiéndose a sí mismo como “un muchacho apasionado por el automóvil y que tuvo la suerte de concretizar una parte de lo que deseaba, en una época en la que no se creía en la competición, pues en la posguerra había otras prioridades”.

[5]​ Recordaba Rédelé que había escogido la denominación “Alpine”, porque “apreciaba las cualidades del Renault 4 en montaña, disfrutando mucho de las carreras en ese medio, en el cual valoraba especialmente su comportamiento”.

En otras palabras, se trataba de nominar pequeños deportivos particularmente manejables en carreteras montañosas, haciendo una referencia a los Alpes.

[12]​ Comienzan recordando que el Renault 4 ha inspirado numerosas variantes, buscando más prestaciones o intentando una presentación más cuidada, pero recuerdan que solo el Alpine A 106 se fabrica en serie.

Se añade que es un dos plazas deportivo, con una suspensión más enfocada a la estabilidad que al confort, unos frenos aceptables, una carrocería bonita y una climatización -que no aire acondicionado…- pasable, una reserva de combustible escasa -28 l- y una visibilidad deficiente, en especial la trasera.