Alfred Weber

En este campo, sus logros incluyen el trabajo en los primeros modelos de localización industrial.

Vivió durante el período en que la sociología se convirtió en un campo separado de la ciencia.

Hace hincapié en que las empresas buscan un sitio de transporte y costos laborales mínimos.

La industria algodonera es un ejemplo prominente de materia prima que gana peso.

En su versión más sencilla, el problema de atracción-repulsión consiste en localizar un punto D con respecto a tres puntos A1, A2 y R de tal manera que las fuerzas atractivas ejercidas por los puntos A1 y A2, y la fuerza repulsiva ejercida por R se compesen.

[3]​[4]​ El problema atracción-repulsión es visto por Ottaviano y Thisse (2005) como preludio de la Nueva Geografía Económica que ha desarrollado en la década de 1990, y le valió a Paul Krugman, un Premio Nobel en Ciencias Económicas en 2008.

Las industrias auxiliares, las máquinas especializadas o los servicios utilizados ocasionalmente por empresas más grandes tienden a ubicarse en áreas de aglomeración, no solo para reducir los costos, sino para atender a las poblaciones más grandes.

Hoy en día con las corporaciones multinacionales, las tres actividades enumeradas anteriormente pueden ocurrir fuera de los países más desarrollados.

Este descubrió que la actividad industrial es la menos costosa de producir.

La ubicación de menor coste implica luego comercializar el producto al menor coste para el consumidor, al igual que los minoristas intentan obtener grandes cuotas de mercado en la actualidad.

Además, muchas industrias seleccionarán una ubicación intermedia entre el mercado y el material.

Para explorar aún más la ubicación de las empresas, Weber también creó dos conceptos.

Además, su tratamiento del transporte no reconoció que estos costos no son proporcionales a la distancia y el peso, y que las ubicaciones intermedias requieren cargas terminales adicionales.