Establecidas en inicio dichas rentas sobre la tierra y arzobispado de Sevilla, su incumplimiento llevó a la entrega compensatoria del señorío sobre las villas de Caracena e Inés en 1489.
[7] No obstante, la pobreza de sus nuevos señoríos le movió a incrementar la presión fiscal, lo que fue el origen de pleitos varios con sus vasallos.
Hacia 1498, los campesinos enviaron a los Reyes Católicos un memorial donde detallaban todos los agravios.
En 1499 la Real Chancillería de Valladolid dictó sentencia en su contra, aunque el castigo fue moderado.
La última vez que aparece en la documentación fue en 1509[11] y probablemente falleció poco después.