A finales de los años 60 la industria del motor italiana comienza un periodo de concentración en torno a Fiat por una parte y al I.R.I -Istituto per la Ricostruzione Industriale- por otra, que gestiona Alfa Romeo desde los años 30.
Aparecidos los nuevos Alfasud y Alfetta en 1971 y 1972, la crisis de petróleo del ´73 arrincona el proyecto del gran Alfa sei cilindri en favor de berlinas más compactas de cuatro cilindros, con el nuevo motor V6 destinado principalmente a la exportación en las carrocerías del Alfetta y el Alfa Romeo Alfetta GT/GTV.
Visualmente este hándicap le otorgaba un aspecto extraño, pues empleaba las puertas y una plataforma modificada del Alfetta sobre el que la batalla crece en apenas 9 cm manteniendo la anchura, pero con unos grandes voladizos delantero y trasero, sin que ello se manifestase en un interior notablemente mayor.
Necesitado desde casi su aparición de un reestyling, el IRI no aprobó costosas intervenciones sobre la estampación, por lo que las modificaciones se concentraron sobre la estética y los interiores.
En general, vistos los compromisos económicos impuestos por la gerencia, el trabajo de retoque puede hoy decirse que fue apreciable.