Aleksandr Griboyédov

Guiado por su carácter impulsivo, de joven llevó una vida social turbulenta y no siempre sensata: se afilió a una logia masónica, participó en sonadas fiestas y bacanales y se batió en varios duelos, en uno de los cuales, sostenido contra un tal Yakubóvich, fue herido en una mano, que le quedó desfigurada para el resto de su vida.

El incidente provocó alborotos en la ciudad e incitados por los mulás, una gran turba rodeó el edificio de la embajada rusa.

Su decisión degeneró en inusitada furia entre la multitud, que sitió la legación rusa con brutal violencia.

Tenía solo 34 años y hacía apenas unos meses que se había casado.

Muchas estrofas de la comedia han llegado a nuestros días como dichos y refranes.

Yuri Tiniánov dedicó la novela La muerte de Vazir-Mujtar a los últimos años del escritor.