Agustín Parejo School

[3]​ En 1986 en la galería malagueña Pedro Pizarro presentaron Consignas, una serie en las que, de modo irónico, juegan con la pintura gestual del momento, introduciendo entre los brochazos signos textuales en los que se pueden leer referencias a Lacan (La palabra mata la cosa), juegos semánticos sobre la poesía (Poesie pour le poivre o Merde pour la poesia), derivas políticas (Namibia Libera Subito) o guiños irónicos al contexto nacional (Nº1 en Paellas o El mundo está bien gracias).

[3]​ En este mismo año, 1986, invitados por el artista José María Córdoba a participar en el proyecto de intervenciones Propuesta cero en Fuengirola, APS plantean Caucus, una acción que emulaba una campaña electoral realizada por un candidato ficticio (Moreno) y que incluía pegada de carteles con el eslogan del candidato ("Vota moreno, vota con garbo"), recorrido por las calles de la localidad lanzando pasquines y traca final con un fallido lanzamiento de globo aerostático.

[3]​ También en 1987 y al igual que hicieran con UHP, Agustín Parejo School inician un nuevo proyecto musical bajo el nombre de Peña Wagneriana.

Línea de hogar, y que lleva por título La Sábana Santa.

Acompaña a estas piezas un material que documenta gráfica y conceptualmente su ejecución por parte del artista Lenin Cumbe.

Además de hacer explícitas las circunstancias del "descubrimiento" del artista, esta documentación tiene el objetivo de llamar la atención del público sobre algunas de las interrogaciones que plantea la relación entre APS, como artistas "descubridores", y Lenin Cumbe, como artista "descubierto", como ejemplo práctico en el que analizar las condiciones que presiden cualquier relación entre los llamados primer y tercer mundo en materia artística, metáfora a su vez de las condiciones del intercambio entre Norte y Sur en todos los ámbitos.

[5]​ Agustín Parejo School nació de unas prácticas colaborativas con aire vanguardista, jugando con el lenguaje artístico y buscando ocupar el espacio público para llamar la atención en una sociedad 'idiotizada' o 'semiotizada', como decía Umberto Eco.