El entonces presidente iraquí Sadam Husein autorizó la construcción del aeropuerto y lo bautizó con su nombre.
Las restricciones propiciaron que Iraqi Airways sólo pudiese efectuar vuelos de cabotaje durante ciertos periodos.
Internacionalmente, Bagdad recibió algunos vuelos chárter ocasionales trayendo medicinas, sanitarios, y autoridades del gobierno.
Royal Jordanian Airlines efectuó vuelos regulares de Amán a Bagdad.
Este servicio nunca comenzó y Air Scotland está actualmente en quiebra.