Actos de repudio

En 1961 realizó una gira por América Latina y pronunció discursos públicos denunciando la Revolución cubana sólo para ser abucheado por los simpatizantes de Castro en la audiencia.

Se cree que al menos tres cubanos murieron en estos ataques de turbas.

[3]​ Los emigrantes fueron insultados públicamente por Fidel Castro como "escoria" y "lumpenproletariado" tímidos para el trabajo.

Fidel Castro abordaría el aumento de los ataques a los disidentes afirmando:"Y esto es lo que sucederá cuando los traidores y mercenarios vayan un milímetro más allá del punto que nuestro pueblo revolucionario... está dispuesto a aceptar".

[11]​ En Actos de Repudio se pueden escuchar regularmente cánticos que se conocen desde hace décadas, ya sea insultando a la oposición y a veces deshumanizándola (por ejemplo, “Pin, pon, ¡fuera!

A veces estos ataques se volvían tan caóticos que las autoridades cubanas intentaban sofocar la violencia.

Los métodos incluían multitudes que gritaban a las personas objetivo, lanzamiento de huevos, casas desfiguradas con grafitis insultantes o, muy comúnmente, se podía colgar una muñeca de una cuerda frente a su casa, simbolizando un linchamiento.

[2]​ Amnistía Internacional y otros observadores nacionales y extranjeros han señalado repetidamente la responsabilidad del gobierno cubano por los Actos de Repudio, así como su incompatibilidad con los derechos humanos.

Como únicas celebridades que viven en Cuba y se sienten conectadas al sistema político, los músicos populares Carlos Varela y Pablo Milanés (independientemente uno del otro) rechazaron explícitamente la práctica de Actos de Repudio en 2010 y 2011, aunque esto no fue informado en los medios cubanos.

[21]​ Estos incluyen no sólo el insulto, la coerción, el daño a la propiedad y las lesiones corporales, sino también los delitos de organización de manifestaciones no oficialmente autorizadas, conspiración para cometer un delito y alteración del orden público; estos últimos se utilizan a menudo contra los disidentes solían expresar pública y no violentamente su oposición al gobierno.

[22]​ Por lo tanto, la policía y otros representantes de las fuerzas del orden presentes en Actos de Repudio estarían obligados a detener inmediatamente tales crímenes y responsabilizar a los perpetradores, pero esto nunca sucede.

[25]​ En la enciclopedia cubana en línea EcuRed, que refleja la posición oficial del gobierno, se dice que las personas que se reunieron para protestar contra los opositores al gobierno de ninguna manera fueron designados por el gobierno, lo cual es una afirmación falsa de la prensa occidental, en realidad es (usando como ejemplo los Actos de Repudio contra las Damas de Blanco) sobre “jóvenes y mujeres del pueblo que espontáneamente se unen para rechazar sus acciones provocadoras”.

Simpatizantes del régimen mostrando desprecio a los participantes del Éxodo del Mariel .