[3] En el tramo entre Valparaíso y Santiago existía una sola vía férrea para la circulación de los trenes que corrían en ambos sentidos, sumado a que el puente cercano al sitio del suceso estaba siendo sometido a reparaciones a raíz de un atentado explosivo perpetrado en noviembre de 1985.
Todos estos antecedentes conjugaron para que una tragedia se volviese altamente probable.
Este accidente causó instantáneamente que decenas de personas y los vagones se destruyeran mutuamente quedando convertidos en una masa de fierro con cuerpos humanos atrapados en su interior.
[13] Augusto Pinochet, luego de visitar a los heridos en los hospitales, dispuso indemnizar a las víctimas mediante un tratamiento económico similar al que reciben los accidentados en carreteras.
[14] Parte de la oposición a la dictadura criticó fuertemente a Pinochet acusándolo de aprovecharse políticamente del accidente, debido principalmente a que se acercaba el plebiscito revocatorio de su mandato y también al aislamiento internacional que tenía la dictadura.
Sin embargo no se volvió a utilizar el servicio Santiago-Valparaíso, y Merval solo continuó utilizando los automotores en los servicios de trenes entre Los Andes y Valparaíso.