La Accademia del Cimento (en italiano significa "Academia del Experimento"), fue una de las primeras sociedades científicas, fundada en Florencia en 1657 por algunos estudiantes de Galileo como Giovanni Alfonso Borelli y Vincenzo Viviani, y que cesó su actividad una década más tarde.
La Biblioteca Nacional de Florencia digitalizó recientemente todos estos documentos, que están disponibles en internet.
[15] Otros estudios muestran la influencia que el proceso de Galileo tuvo sobre el Príncipe Leopoldo.
[17] La primera parte del Saggi trata sobre los instrumentos altamente cuidados que el Cimento utilizó para realizar sus experimentos.
El segundo conjunto incluye el trabajo revisado hecho por Robert Boyle sobre la variación de la presión del aire y el vacío.
El octavo conjunto trata sobre el magnetismo y el noveno sobre la electricidad estática del ámbar.
El décimo conjunto examina el color mientras que el undécimo investiga la velocidad del sonido.
Al final, el Cimento fue más víctima del desvanecimiento que de la disgregación.
[19] La Accademia del Cimento existió durante el periodo de la historia europea cuando se puede argumentar que se pusieron las bases de la ciencia moderna; un periodo a veces citado como la Revolución Científica.
[20] Si se lee el Saggi aisladamente, parecería que esta nueva ciencia experimental impregna el Cimento en cada actividad.
Las cátedras más prestigiosas en las universidades estuvieron destinadas a la filosofía y la teología, para personas que todavía no pensaban en términos matemáticos.
Este sistema de patronazgo también influyó en las acciones y producción del Cimento.
"[25] Este prestigio sólo podía adquirirse si la sociedad estaba a la vanguardia de la ciencia "nueva", lo que significaba el énfasis en los experimentos y no en las causas.
[25] Giorgio Strano argumenta que los miembros del Cimento, especialmente el alumnado de Galileo, continuó utilizando una aproximación deductiva a los textos antiguos para determinar su selección de experimentos y cómo los experimentos debían ser llevados a cabo.
Cuando el Cimento decidió hacer público su trabajo a sus colegas europeos, se hizo con una práctica experimental desprovista de un soporte teórico.
Las sociedades científicas en el siglo XVII y sus miembros eran protagonistas importantes de esta red.
[32] A pesar de que Oldenburg intentó continuamente establecer contactos consistentes con la sociedad, no dieron fruto.