Si bien tanto acadianos como quebequeses son franco-canadienses, Acadia fue fundada cuatro años antes que Quebec en un área geográfica separada.
En la primavera siguiente, los inmigrantes navegaron por la bahía y fundaron Port-Royal, en lo que hoy es Nueva Escocia.
Para principios del siglo XVII, alrededor de cien familias francesas se habían asentado en Acadia.
Al vivir en la frontera entre los territorios franceses y británicos, los acadianos se veían envueltos en cada conflicto entre ambas potencias.
El historiador John Mack Faragher ha usado el término contemporáneo ethnic cleansing (que podría traducirse como ‘limpieza étnica’) para describir las acciones británicas.
Para muchas familias que habitan en comunidades predominantemente anglófonas, el francés ha caído en desuso, principalmente en las generaciones más jóvenes.
Según el censo canadiense de 2001, en Canadá habitaban 71 590 acadianos que se identificaban a sí mismos como tales, de los cuales 26 220 vivían en Nuevo Brunswick, 17 420 en Quebec, 11 180 en Nueva Escocia, 8745 en Ontario y 3020 en la Isla del Príncipe Eduardo.
Hoy en día, los acadianos constituyen una minoría vibrante, especialmente en Nuevo Brunswick y Luisiana.
El poema se convirtió en un clásico americano, y también contribuyó al renacimiento de la identidad acadiana tanto en Luisiana como en las Provincias Marítimas.
Se cree que la creación del héroe folclórico estadounidense Paul Bunyan fue influenciada, si no inspirada, en las historias acadianas sobre leñadores.