Arif, al igual que Abdul Karim Qasim, sirvió con distinción en la infructuosa guerra árabe-israelí de 1948, donde capturó Yenín, en lo que más tarde sería la zona palestina de Cisjordania.
Tras la victoria, Qasim formó gobierno bajo la nueva república proclamada y Arif, su principal ayudante, fue designado vice primer ministro, ministro del Interior y vicecomandante en Jefe de las Fuerzas Armadas.
Arif apoyaba una unión con la República Árabe Unida, compuesta por Egipto y Siria, bajo el Presidente Gamal Abdel Nasser, pero Qasim estaba en contra de cualquier unión y defendía una política de "Irak primero".
[2] Además, Arif se oponía al predominio político que Qasim había concedido a los comunistas iraquíes en detrimento de los baazistas.
[3] Qasim suplicó a Arif ser exiliado en lugar de ejecutado, y le recordó al nuevo presidente que dos años atrás él había conmutado su pena de muerte.
[4] A pesar de ser el presidente, gran parte del poder se encontraba a manos del primer ministro baazista Ahmed Hasan al-Bakr, otro militar, que trató de dominar la política iraquí para afianzar la influencia baazista.
Mantuvo su presidencia y se designó a su mismo Jefe del Estado Mayor.
Un mes después, entregó este último cargo a su hermano, el General Abdul Rahman Arif, y la jefatura del gobierno a su confidente el teniente general Tahir Yahya.
Su hijo de 22 años, Rafal Alkadiry, fue secuestrado,[11] y más tarde asesinado.