Fundada en 1146, el monasterio fue abandonado en 1796, estando ya en ruinas a mediados del siglo XIX.Durante la campaña de 1544 los Tercios españoles provocaron cuantiosos daños en la iglesia y el claustro, aunque ambos fueron restaurados parcialmente en 1587.A comienzos del siglo XVII Crisóstomo Henríquez escribió una “historia de la abadía”.En 1973 la abadía fue clasificada como un lugar histórico official, y consecuentemente se comenzó un proceso de restauración sobre los restos de los numerosos edificios que aun se pueden ver, incluyendo claustro, refertorio, cocinas, dormitorios y comedor.La iglesia, aun en ruinas, es un perfecto exponente de la arquitectura cisterciense, con sus típicas bóvedas, arcos y rosetones.