[1] Finalmente los estados del ducado acordaron en 1313 satisfacer las deudas del duque mediante un impuesto sobre las ciudades y abadías a cambio de nuevos privilegios.
En represalia, Felipe VI, que había intentado mediar en el conflicto con el rey de Bohemia, promovió ahora una coalición de todos los estados vecinos contra el brabanzón.
En 1333 la coalición invadió Brabante oponiéndose a ella con determinación aunque inferior en número Juan II.
Esta alianza se rompió al iniciarse la guerra de los Cien Años, en la que Juan, impelido por los intereses comerciales de la industria pañera, floreciente en Bravante y estrechamente dependiente del comercio con Inglaterra, se puso del lado de Eduardo III.
[3] Su participación en la guerra, con todo, fue menor, y más preocupado por la sucesión e integridad de su reino a su muerte, al no sobrevivirle más que tres hijas, a partir de 1340 se alejó de la alianza con Inglaterra y buscó alianzas matrimoniales que lo acercasen a Francia.