A Place in the Sun (en España, Un lugar en el sol; en Hispanoamérica, Ambiciones que matan) es una película estadounidense de 1951 dirigida por George Stevens y con Montgomery Clift, Elizabeth Taylor y Shelley Winters en los papeles principales.
Trabajando en la fábrica, George conoce a Alice Tripp (Shelley Winters), una joven obrera soñadora y romántica con quien inicia un idilio.
Ante la revelación, George propone a Alice un aborto pero ella rechaza el plan, y logra llamar por teléfono a la casa de Angela Vickers precisamente cuando en ella se desarrolla un almuerzo de las familias Vickers y Eastman.
George ofrece a Alice contraer matrimonio de inmediato, pero al acudir a la oficina del juez para ello, George descubre que ésta se halla cerrada por día de descanso.
George rehúsa defenderse en el tribunal o desmentir las acusaciones del juez, siendo condenado a morir en la silla eléctrica, una sentencia que acepta con resignación.