De hecho el turborreactor nunca fue empleado en vuelo y acabó por ser eliminado.
Ello se debía a que la Marina de los Estados Unidos se había echado atrás en su decisión de que el nuevo avión fuese primordialmente un torpedero.
El tercer prototipo, por entonces designado XTB3F-1S, fue acabado sin el reactor Westinghouse, y el espacio reservado a este fue utilizado para alojar equipo electrónico y un tercer tripulante, en calidad de operador de radar.
Muchos Guardian fueron transferidos a manos civiles, donde sirvieron durante muchos años como bomberos aéreos.
Un Guardián se encuentra en exhibición en el Museo Nacional de la Aviación Naval, en Pensacola (Florida, Estados Unidos).