El químico ruso Alejandro Abramowitsch Woskressenskien descubrió la 1,4-benzoquinona durante sus trabajos sobre los compuestos presentes en la corteza de la cinchona.
Por su origen a partir del ácido quínico, le dio el nombre de "quinil",[2] que luego se cambió por quinona ya que el sufijo -il está reservado para los radicales.
Ya que se reduce fácilmente a la hidroquinona puede ser usado como medio oxidante suave en síntesis orgánica.
En la siguiente imagen se pueden comparar las longitudes de enlace entre la quinona Q, la semiquinona Q. y la hidroquinona H2Q.
[8] En animales se han observado daño en los riñones después de una exposición servera.
Esta reacción es muy exotérmica, y los "escarabajos bombarderos" la aprovechan para lanzar la mezcla hirviente e irritante sobre posibles atacantes cuando se sienten amenazados.