Desde el emperador Constantino I (r. 306–337), la moneda principal del Imperio bizantino había sido el solidus o nomisma de alta calidad, la cual se había mantenido igual en peso y contenido de oro durante siglos.El Emperador Nicéforo II Focas (r. 963–969), sin embargo, introdujo una nueva moneda que era de 2 quilates (es decir, aproximadamente 1⁄12, a pesar de su nombre) más ligera que la nomisma original, la cual ahora se conoce como el histamenon.Este sin embargo, se calificó oficialmente como igual al histamenon completo, en cambio.[4] De todas maneras, el tetarteron fue emitido solo en cantidades pequeñas durante el siglo X, y solo a partir de mediados del siglo XI se acuñó en cantidades equiparables al histamenon.Solo durante el reinado único de Constantino VIII (r. 1025–1028), las dos monedas también se hicieron iconográficamente distintas.