La neutropenia, también conocida como agranulocitosis o granulocitopenia, es la disminución aguda o crónica de granulocitos de la sangre, condición anormal de la sangre que puede predisponer al cuerpo humano a contraer infecciones.
[1] Es una enfermedad poco frecuente,[2] pero potencialmente grave (fatal en un 30 %)[3][4] caracterizada por una disminución del número de neutrófilos[5] por debajo de 1000-1500 cel/mm³.
Pueden dar agranulocitosis: - Amodiaquina - Metimazol - Metamizol - Clozapina - Carbamazepina - Ácido valproico Como ejemplo se puede citar a los fármacos antipsicóticos clozapina (la agranulocitosis producida por este fármaco puede ser mortal, aunque en ocasiones es reversible) y clorpromazina, además de producir agranulocitosis como efecto adverso grave, también pueden producir eosinofilia, lucocitosis o leucopenia.
Es por este motivo, la clozapina nunca es droga de primera elección, a pesar de su alta eficacia y su baja incidencia de efectos adversos extrapiramidales.
Las agresiones al proceso de producción de neutrófilos se observa en casos de: La destrucción de neutrófilos una vez se hayan diferenciado se observa en casos de: Es posible que no se presenten síntomas,[20] los más comunes son: Una aspiración de médula ósea puede mostrar En el hemograma y los frotis sanguíneos es notable la baja concentración de glóbulos blancos.