Imperio persa

[1]​ Cubrió gran parte del mundo antiguo hasta que fue conquistado por los macedonios, liderados por Alejandro Magno.Persépolis es el sitio histórico más famoso relacionado con el Imperio persa en la era aqueménida y fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1979.[3]​ Su influencia cultural se extendió mucho más allá de los territorios fronterizos de ambos imperios, llegando hasta la Europa occidental,[4]​ África,[5]​ China e India,[6]​ y jugó un papel fundamental en la formación del arte medieval europeo y asiático.[7]​ El Imperio persa en la era sasánida fue interrumpido por la conquista musulmana de Persia en el 651, estableciendo el califato islámico en la región, y más tarde por la invasión mongola.Los gobiernos contaban con miembros de las élites locales, los impuestos generalmente eran menores, los persas tenían una gran tolerancia religiosa, e incluso liberaron a muchos pueblos sometidos, como por ejemplo los hebreos que se hallaban deportados en Babilonia.Los gobiernos persa se caracterizaron por su despotismo militar; la autoridad del emperador era absoluta, estaba defendido y sostenido por los Inmortales.El gobierno persa trajo muchas novedades en materia política y económica para la época; entre ellos: Todas estas medidas produjeron un auge en el comercio a lo largo del imperio incentivando de gran manera el desarrollo económico lo que logró poner del lado persa algunas zonas que originalmente los rechazaban y eran revoltosas como, por ejemplo, las ciudades jonias.En Babilonia la población recordaba los viejos tiempos de gloria y por ello la ciudad se sublevó.Esta ciudad era el núcleo agrícola e industrial del imperio y ante la sublevación la represión fue tan brutal que nunca más Babilonia se alzó.El ejército estaba compuesto por un núcleo de élite que era la guardia personal del emperador, también llamados los Inmortales, y luego a estos se sumaban elementos de todos los pueblos dominados; no existían unidades estándar sino que era un ejército muy heterogéneo.solo los Inmortales (guardia personal de los reyes persas) tenían una táctica mejor que los soldados comunes.Sus creadores fueron los emperadores Darío y su heredero Jerjes, quienes la convirtieron en la capital del imperio; no obstante, la ciudad siguió creciendo durante dos siglos más hasta que fue destruida por Alejandro Magno.
Tumba de Ciro el Grande, fundador del Imperio aqueménida (el primer Imperio persa) en el siglo VI a. C.
Taq-i Kisra ( Iwán de Cosroes I ), símbolo del Imperio sasánida, siglo III d. C.