[6] Durante el reinado de Nader, Irán alcanzó su mayor extensión desde el Imperio sasánida.
Después de su muerte, la mayor parte de su imperio se dividió entre los zands, durrani, georgianos y kanatos caucásicos, mientras que el gobierno afsárida se limitó a un pequeño estado local en Jorasán.
En 1738 invadió la India, masacrando a la mayoría de la población de Delhi y consiguiendo un gran botín, que incluía el legendario trono del Pavo real y el diamante Koh-i-Noor.
Las riquezas saqueadas fueron tantas que Nader suspendió el cobro de impuestos durante tres años.
Durante los siguientes 50 años hubo una lucha continua entre los descendientes de Nader, los zand y los kayar.