Tahmasp era el hijo del sultán Husayn, entonces shah de Irán.
Cuándo Husayn se vio forzado a abdicar por los afganos en 1722, el príncipe Tahmasp deseó reclamar el trono.
Tras el asedio de la capital, Isfahán, huyó a Tabriz donde estableció un gobierno.
En junio de 1722, Pedro el Grande, zar del vecino Imperio ruso, le declaró la guerra a Irán en un intento de ampliar la influencia rusa en las regiones del mar Caspio y en el Caucaso y para impedir que su rival, el Imperio otomano, se beneficiara de la anexión de nuevos territorios a expensas de la cada vez más decayente dinastía afsárida.
Durante 1729, Tahmasp mantuvo el control en gran parte de su reino.