Los équites (del latín eques, equĭtis 'caballeros')[1] formaban una clase social de la Antigua Roma, conocidos allí como Ordo equester ('clase ecuestre').Según lo ordenado por Servio Tulio, solo podían llegar a ser caballeros los que alcanzaban buena posición económica, con una determinada cantidad de bienes.La elección se solía hacer teniendo en cuenta todos estos requisitos y entre las familias más antiguas.Cuando Octaviano, convertido en dueño del mundo romano y en emperador con el título de Augusto, asentó su poder, procedió a regularizar el orden ecuestre, asignando a los caballeros una serie de funciones subalternas, pero muy importantes, en el nuevo organigrama del Imperio, creando para ellos un cursus honorum propio.Las funciones reservadas a los miembros del ordo equester fueron: Esta carrera fue regularizada finalmente por el emperador Claudio.
Única inscripción descubierta en el
Coliseo
que se refiere a un équite.